Normalmente, en los organismos superiores animales o vegetales
la información genética se transmite por mecanismos de reproducción sexual ; es
lo que se conoce como transmisión genética vertical. Sin embargo, hace ya
unos veinte años se logró obtener los primeros ratones transgénicos mediante
transferencia génica por inyección directa de ADN extraño en un cigoto
obtenido por fecundación in vitro ; es decir, se trataba de una
transmisión genética horizontal, también llamada transgénesis.
A partir de las experiencias de Gordon, Ruddle y colaboradores
iniciadas en 1980 en las que inyectaron ADN de ratón en uno de los pronúcleos de
un cigoto de la misma especie, se inició una nueva era en la manipulación
genética de embriones de mamíferos. Al año siguiente, Gordon y Ruddle (1981)
demostraban la integración y transmisión estable a través de la línea germinal
de genes inyectados en pronúcleos de cigotos de ratón obtenidos por fecundación
in vitro. Eran los primeros ratones transgénicos. El paso
siguiente consistió en probar que también se podían obtener ratones transgénicos
que incorporaran en su genoma un gen (transgén) de otra especie. Así,
Palmiter y colaboradores (1982) obtuvieron ratones transgénicos gigantes al
inyectar en el pronúcleo de un cigoto el gen de la rata que codifica para la
hormona del crecimiernto. Incluso, se obtuvieron también ratones transgénicos
gigantes cuando el transgén introducido era el gen humano que codifica para la
hormona de crecimiento (Palmiter et al., 1983).
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